Del 15 al 20 de septiembre, los microcoches del Clàssic Motor Club del Bages estuvieron de ruta por la zona de Levante. Una semana magnífica para degustar su gastronomía, catar sus caldos y, como no, deleitarse con sus innumerables paisajes y monumentos. Como corresponde en estos casos, la ruta fue pensada y diseñada por socios y aficionados de esta zona que conocen en profundidad todos los rincones.
El plan incluyó viajar por tres provincias: Alicante, Valencia y Murcia, pero siempre con tiempo de llegar a una hora prudente al Hotel Pueblo de Benidorm, centro neurálgico de la salida, para tener tiempo libre y descansar.
Haciendo una recopilación de las actividades llevadas a cabo, el primer día (80 km de ruta), fueron a Guadalest, con visita a la población, al Museo de las Miniaturas, al Castillo y al Museo de Vehículos Históricos. De vuelta, hubo parada en La Vila Joiosa. El segundo día, con ruta de 120 km, se visitaron las Cuevas de Canelobre, también Jijona y su Museo del Turrón y la fábrica de El Lobo y, finalmente, Campello.
El miércoles (82 km) la ruta se dirigió hacia las Fuentes de Algar. A media mañana, la salida fue en dirección a Altea, con visita a la población, y ya al mediodía, en dirección a Calpe, para comer en el restaurante El Cantal, frente al Peñón de Ifach. Después de comer, en el regreso a Benidorm les esperaba un recorrido por la ciudad acompañados por la policía local, exposición de coches en Paseo Colón, frente al puerto y vino de honor ofrecido por el Ayuntamiento de Benidorm.
El cuarto día tocó nueva gran kilometrada, 120 km, para ir hacia Onil, con parada frente al Palacio de Dos Aguas y visitas guiadas a la Fábrica de Muñecas y al Museo de la Muñeca, guiados por el concejal Marcos Pardines. Tras la comida, salida en dirección a Elda, con exposición de los vehículos en la Plaza de la Ficia y visita al Museo del Calzado. Hubo tiempo de visitar también Petrer, antes de hacer noche en el hotel AC de Elda. El último día no fue breve tampoco (111km), la comitiva se dirigió a Novelda para visitar el Santuario de Santa María Magdalena, con su magnífico órgano de piedra, único en el mundo y con la explicación de su creador, el escultor Iván Larrea. Para acabar, hubo visita a Agost para visitar la alfarería La Nava con demostración y práctica de los participantes atrevidos, paso por el Campello y regreso a Benidorm para la cena de despedida en el hotel, con entrega de recuerdos incluida. Una maravilla de salida ya generó nuevas ideas para el próximo curso.
Texto y fotos: Ramón Pradas