Con muy buen sabor de boca regresaron hacia casa los socios que el día 12 participaron en la Cena de Verano, la última salida antes del paréntesis de vacaciones. La organización preparó el acontecimiento combinando tres elementos que no pueden faltar en toda concentración que se preciei: un punto de interés cultural, una ruta atractiva y una buena mesa para rematar la jornada.
Un total de 34 clásicos de todo tipo (Fiat Cinquecento, Jaguar E Type y MK4, Triumph TR4, Porsche 911, Seat…) acudieron al punto de encuentro, CETEMMSA, un centro de investigación avanzada situado en Mataró donde los asistentes pudieron descubrir varias aplicaciones de la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas (por ejemplo, cómo se imprimen circuitos eléctricos en varios tejidos para poder realizar pruebas diagnósticas, o calzado con avisadores para marcar una ruta prefijada en colaboración con Google).
Después de la visita, los participantes pudieron hacer unos quilómetros con sus vehículos antes de la cena, y qué mejor escenario que un itinerario que recorrió la zona del Maresme y algunas carreteras del macizo del Montseny hasta desembocar en la Roca del Vallès, donde està situado el restaurante Els Tres Roures. Al llegar, los asistentes pudieron tomar un cóctel de bienvenida, y, una vez sentados, se sirvieron 10 entrantes a compartir, más dos segundos platos (carne y pescado), además de los postres y cafés. Ni qué decir tiene que, una vez más, la Cena de Verano del Clásico se convirtió en el escenario perfecto para alimentar la afición.