Más de un centenar de motos clásicas se reunieron en Vilada este sábado, 20 de mayo, para participar en la undécima edición de la Ruta de les 30 Paelles.
Una organización impecable, alabada por todos, y las ganas de los asistentes por recorrer los 100 kilómetros del itinerario hicieron que el día fuera una auténtica explosión de júbilo.
La ruta, este año más larga, pasó por Sant Jaume de Frontanyà, Castellar de n'Hug, Gombrèn Campdevànol y Les Llosses antes de regresar a Vilada, donde se hizo la tradicional comida de hermandad en el restaurante Cal Candi. El plato fuerte de la comida fue la presencia de un piloto de leyenda como Min Grau, el rey de Montjuïc, que dedicó unas emotivas palabras y un obsequio personal al creador del encuentro en 2007 y ex jefe de prensa del Clàssic, Joan Rossinyol. El sorteo de numerosos obsequios cerró el acto, que se puede resumir con las exultantes palabras de uno de los asistentes antes de irse a casa: "¡Gracias por hacernos felices!"