El último fin de semana de noviembre se celebró la tercera edición de la Trobada Pre-Nadal en la Molina, organizada por Paco Gómez, que, como siempre, sorprendió los participantes con un completo programa tanto por lo que respecta a las visitas programadas como a las atenciones dispensadas a todos los que tomaron parte en la misma. Como botón de muestra, podemos destacar que la traca final del fin de semana fue el sorteo de dos jamones durante la comida de despedida. Una veintena de clásicos muy variados (Seat 600, Talbot Samba, Porsche 911, Saab 900, Mercedes...) tomaron parte en esta salida.
El punto de encuentro fue la conocida área de La Panadella, desde donde la caravana del Clàssic tomó la autovía en dirección a Cervera. Llegados a este punto se desviaron por la carretera L-311 en dirección Ponts-Andorra y, posteriormente, siguieron por la C-14 hasta hacer un reagrupamiento en el Museu de la Moto de Bassella. La ruta continuó hasta la Seu d'Urgell, donde los vehículos fueron custodiados por agentes de la Policía Local hasta quedar aparcados en el paseo de la capital delAlt Urgell. hubo tiempo para que todo el mundo pudiera visitar el gran mercado que cada sábado por la mañana se hace en el centro de la ciudad. Después del paseo, los conductores se volvieron a poner al volante, ahora para ir hasta la Cerdanya. Martinet, Bellver y Alp fueron algunas de las poblaciones que vieron el paso de la comitiva del Clàssic, que por fin llegó al hotel Solineu, situado en Supermolina y donde Papá Noel esperaba a todos los asistentes para darles muy amablemente la bienvenida. A continuación se celebró la comida de Navidad. Ya por la tarde, la actividad consistió en una visita guiada al Museo de la Cerdanya, situado en Sainte Leocadie. De nuevo en el hotel, todos los que quisiereon pudieron disfrutar del juego del quinto, tan típico de esta época. Y después hubo una noche de gala avanzada consistente en una buena cena de Fin de Año y un espectáculo protagonizado por el mismo personal del hotel convenientemente disfrazado.
Domingo por la mañana, desayuno y llegada Sus Majestades los Reyes de Oriente, que primero repartieron carbón a todo el mundo. Aparte, pero, dejaron un papel donde todos los presentes tuvieron que explicar que se habían portado bien y que merecían un regalo. Al final, los assistentes pasaron a un salón donde los Reyes tenían preparado un obsequio para todos. La actividad no se detuvo en ningún momento. A continuación, salida con los coches hasta Puigcerdà. Esta vez los coches se pudieron aparcar dentro mismo del recinto del lago. La señora Conxita, propietaria del hotel Solineu, hizo de guía y explicó la historia del pueblo, donde también se celebraba la Feria de Nadal, cosa que permitió a todos los participantes pasear por las diversas paradas y comprar algún producto. El encuentro concluyó de nuevo en el hotel, con una comida de Reyes después de la cual Paco Gómez entregó un regalo a las señoras y otro a los señores, aparte de sortear dos lotes que incluían dos jamones. Todo el mundo regresó a casa con ganas de repetir el próximo año.
