Van cayendo ediciones y el pasado sábado 14 de abril tuvo lugar ya la 31ª salida de la Sección Porsche del Classic Motor Club del Bages. Esta vez, el recorrido visitó carreteras de las comarcas de Osona y La Selva, que enlazaba tres tramos clásicos de rally, habituales del Costa Brava: El Pla de les Arenes, Cladells y Sant Grau. Esto quiere decir, saliendo del hostal de Les Quatre Carreteres de Tona, ir por Sant Julià de Vilatorta hacia Sant Sadurní d'Osormort, Sant Hilari, Santa Coloma de Farners, Vidreres, Llagostera, Cala Salions por Sant Grau, Tossa de Mar, de nuevo Llagostera y Vidreres para acabar en Can Castells, final del itinerario y donde se celebró la comida de cierre. En total, 145 km con un reagrupamiento en el hotel Mas Solà (a medio camino) cerca de Santa Coloma de Farners.
La participación contó con 31 vehículos inscritos tras alguna baja de última hora por los imponderables de los clásicos.
El recorrido era variado, se pasaba de los bosques húmedos de las estribaciones en el norte del Montseny a la vegetación mediterránea de la cadena litoral sobre la Costa Brava, bastante más seca. En este caso, lo de seca es una figura retórica, pues no paró de lloviznar en toda la jornada. Una alegría para los bosques y los cultivos pero un modo como otro de fastidiar el día a los pobres urbanitas que esperamos el fin de semana para salir a tomar el sol y el aire. Se permite el comentario, ¿verdad? Es que año aún no hemos hecho una salida sin presencia de lluvia, rompiendo la buena racha sostenida mucho tiempo atrás de días radiantes encadenados.
Entre el agua del día y la caída los días anteriores, el último tramo de camino hasta el restaurante, de arena compactada y cruzando un arroyo habitualmente seca, era impracticable. Por suerte, Guillem, dueño y cocinero del restaurante y conocedor del terreno, nos esperaba al inicio del camino para guiar la comitiva hasta lugar sorteando el obstáculo. ¡Un extra! Este gesto, más una muestra de caracoles, el plato estrella de la casa, y la confección de un pastel alusivo al Club, motivó que el respetable, siempre tan sentimental, lo agradeciera no dejando ni una miga en el plato. Nobleza obliga…
