El germen de esta empresa surge ahora hace diez años de dos informáticos neerlandeses, expertos en nuevas tecnologías y grandes amantes de los libros de cómicos. Después de largas investigaciones por Internet, René Schoenmakers y Marco Jansen vieron que el mundo de los cómics necesitaba una página web donde hubiera todo aquello considerado realmente especial, que los permitiera interactuar con otros coleccionistas y los mantuviera informados del material que iban encontrando y reuniendo. La combinación de las raíces de las palabras “catálogo” y “wikipedia” dio lugar a su denominación.
En poco tiempo la web empezó a atraer visitantes, y el 2011 organizaba las primeras subastas. Primero sólo estaban dedicadas a los cómics, pero poco a poco se fue ampliando además objetos como por ejemplo libros, discos, joyas, relojes, sellos, piezas de arte y –finalmente– motos y coches. Actualmente Catawiki tiene 90 categorías diferentes y subasta unos 30.000 lotes cada semana.
Su progresión en la segunda década del siglo ha sido fulgurante: el 2015 recibió el premio Deloitte Fasto 500 a la empresa tecnológica europea que más rápidamente había crecido; cinco años antes había sido distinguida con uno de los galardones Accenture Innovation. Si el 2014 contaba con un centenar de personas, hoy en día trabajan cerca de 600. Con gente de más de 40 nacionalidades diferentes, usa unas 8 lenguas, si bien la más habitual es el inglés. La sede central se encuentra a Assen –conocida por su circuito de motociclismo– y tiene oficinas a Amsterdam y en varias ciudades europeas.
Un tercio del personal de la compañía son los llamados Expertos (por cuestiones legales no podemos utilizar el término “subastadores”: Catawiki no es una empresa de subastas tradicional, sino una plataforma online para subastar). Ellos se encargan de recibir, examinar y seleccionar los lotes ofrecidos por los vendedores, aconsejándolos la mejor manera de presentarlos y supervisando el desarrollo de cada subasta como si fuera una de presencial. También asesoran a los compradores y miran de resolver todas las dudas que los puedan plantear. En el ámbito de la automoción (coches, motos, bicis y automobilia) una de las preguntas más frecuentes que reciben los expertos es –no hay que decirlo– “¿Qué valor tiene mi vehículo?”. Por eso una de sus tareas es ayudar a los vendedores a determinar la cotización real.
Porque en esta sección de Catawiki llega de todo: desde proyectos de restauración de 500 €, hasta piezas excepcionales que pueden lograr muchos miles de euros. Hay que decir que, hasta ahora, el mercado español se ha centrado en vehículos de precio bajo y medio, mientras que los más valiosos iban a parar a compradores alemanes, holandeses, belgas, etc. Pero esto empieza a cambiar y cada vez se producen transacciones más interesantes.
Registrarse como comprador o venfedor en Catawiki es totalmente gratuito; basta con el nombre, una dirección de correo electrónico y un número de teléfono. Presentar un vehículo a subasta resulta muy sencillo, sólo hay que seguir las instrucciones de la misma web para introducir los datos y las imágenes. Pero para obtener un buen resultado comercial (es decir, conseguir muchas pujas y venderlo al precio más alto) habrá que dar la información más completa y cuidadosa posible y unas buenas fotos (también vídeos, si se puede) que lo muestren muy iluminado, desde todos los ángulos y con el máximo de detalle. Un golpe el experto ha admitido el vehículo a subasta –habiendo hecho, si se tercia, los ajustes necesarios de acuerdo con el vendedor–, este se incluye en alguno de los grupos temáticos (antiguo, clásico, competición, etc.) y queda programado para la próxima tanda de ventas. La subasta suele durar entre 10 y 12 días, y si el vehículo encuentra comprador Catawiki se encarga de ponerlo en contacto con el vendedor, que pagará una comisión sobre el precio de venta final. En caso de que no se haya logrado el precio de reserva fijado por el vendedor (la cifra mínima por debajo de la cual no está dispuesto a venderlo), este no tendrá que pagar nada y, si quiere, podrá volver a presentarlo más adelante.
La mejor manera de entender cómo funciona esta plataforma es entrar a cotillear para ver las subastas que están en marcha. Se pueden examinar los lotes que se ofrecen, saber todos el detalles y asistir a las pujas en tiempo real. Se trata de una nueva manera de comprar y vender vehículos de colección que nos abre las puertas al mercado europeo.
Este año podríamos empezar a notar la presencia de Catawiki en el mundo de los clásicos de nuestro país, puesto que la compañía tiene la intención de darse a conocer patrocinando algunos acontecimientos.
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